DESARROLLO DEL TEMA

 LA DANZA COMO RECURSO DIDÁCTICO EN LA FORMACIÓN DE LOS NIÑOS
La danza folclórica revela los diferentes caracteres, tradiciones y trajes distintivos de una nación, además es una experiencia cultural que entretiene y alegra. En las danzas folclóricas un grupo de bailarines cuenta historias felices o de dolor que se remontan al pasado y que abarcan creencias religiosas y profanas, hechos cotidianos, como el nacimiento, la muerte, el noviazgo y el matrimonio y hechos históricos en cantos de victoria o de duelo por la derrota. En México nuestras danzas y bailes regionales representan  las costumbres y tradiciones de todo nuestro país. La danza folclórica lleva consigo la herencia y la energía de los pueblos y la falta de identidad nacional se hace evidente en los niños y las niñas, al sentir vergüenza para interpretar o representar las danzas típicas del país; para ellos, bailarlas, es hacer el oso. La mayoría de los niños y niñas manifiestan cierta aversión por las danzas y solicitan otro tipo de música y movimientos, evidenciando el desconocimiento de las tradiciones culturales de nuestro país y región. De ahí la necesidad de aprovechar el espacio que la escuela da para explorar el arte de la danza y de utilizar el cuerpo como medio y fin de la comunicación y la expresión de su lenguaje corporal-gestual y psíquico-emocional como algo mágico que sin duda contribuirá a la realización personal de los estudiantes y así resolver la falta de identidad cultural de los niños y las niñas.  A partir de los anteriores fundamentos convertir el aula de danza en un laboratorio lúdico donde prima el movimiento para aflorar los sentimientos de los niños y las niñas, intentar hacerlos objetivos, comprenderlos y contemplarlos en algunos productos como por ejemplo cuadros escénicos, ejercicios de expresión corporal, y coreografías donde los estudiantes van encontrando su visión personal del mundo y su lugar en la vida y el sentido de colectividad, será nuestro principal objetivo. Para esto el cuerpo se convertirá en el principal instrumento de trabajo para la clase; se implementarán la expresión corporal y el juego como primera estrategias, desarrollando múltiples juegos de imitación de roles, objetos, elementos de la naturaleza y talleres para desarrollar temas más complejos como la duda, el amor, el odio, la belleza y lo sublime. La clase se convertirá en un ambiente rico en estímulos e impulsos alrededor del juego, actividad que contiene gran cantidad de gérmenes de la imaginación creativa, como dice Vigotski, puesto que a partir de las impresiones vividas los alumnos construirán una nueva realidad y recuperarán el sentido de identidad personal y social, expresando todo a través de la inteligencia mental, la inteligencia sensorial y la inteligencia corporal.

Cada clase se iniciará con la explicación por parte del maestro de la danza (de qué región es, qué representa, etc.). Mediante formas jugadas se intenta que los niños y las niñas descubran el ritmo de cada danza y recurriendo a sus preconceptos que ejecute el paso o los pasos básicos.  A continuación se elige el estudiante que mejor realice el paso básico y se toma como modelo, invitando a los demás, a realizar el movimiento. Después el maestro hará la demostración lo más perfecta posible para que el grupo imite su actuación. Cuando se domina el trabajo individual, se demuestra el paso en pareja. Se indica la postura, la colocación del cuerpo, de los pies, de las manos y de los brazos. Posteriormente los niños y niñas lo pondrán en práctica. Dominados los pasos básicos se comienzan a realizar las diferentes figuras, primero en forma individual y luego en parejas. Una vez, asimilada cada figura se combina con las figuras aprendidas. Los ejercicios o figuras de cada danza deben presentarse de tal manera que paulatinamente se aumente el grado de complejidad y dificultad. Cuando ya dominen las diferentes figuras en pareja y tengan conocimiento en cuanto a desplazamientos se refiere, se les sugiere idear nuevas figuras, de este modo crearán su propia coreografía. Este montaje puede ser individual, en pareja o en grupo.